martes, 23 de abril de 2019

Bajo el Foco: Soft Skills

   Con el objetivo de avanzar de manera lenta pero firme en la mejora profesional, he querido comprobar que aspectos debemos de tener en cuenta en un entorno laboral, que nos permitan impulsar nuestras capacidades, más allá del la propia adquisición de conocimientos técnicos puros. ¿Qué son las soft skills? ¿Cómo podemos potenciar las habilidades sociales en el trabajo? ¿Qué hacer para mejorar a la hora de trabajar en equipo? ¿Cómo podemos comunicar mejor? ¿Debemos ser cada vez más proactivos y proponer objetivos? ¿Es hora de cambiar el paradigma tradicional de empleado eficiente y servicial?
   A lo largo de este artículo, he querido recopilar información que permita arrojar luz sobre estas cuestiones, con el único objetivo de invitar a la reflexión pausada, de manera que valoremos la implantación personal de ciertos cambios que nos permitan impulsarnos al siguiente nivel. 


¿HACIA DONDE PARECE QUE VAMOS?

   Según ciertas opiniones, el mundo empresarial está obligado a discurrir en un entorno global que evoluciona a velocidades de vértigo, que está cambiando las tradicionales premisas y migrando hacia el autoliderazgo, donde ciertos paradigmas están cambiando:
  • Apuesta por un entorno de confianza en lugar de un entorno de control.
  • Sustituir el pensamiento de "debo hacer" por "quiero hacer" (Me dicen lo que hago a decido lo que hago dentro de un marco de trabajo).
  • Trabajar por objetivos en lugar de trabajar por tiempo.
   Con la idea de ser capaces de afrontar con garantías estos cambios inminentes, como profesionales, debemos trabajar una serie de habilidades transversales que deberán sustentarse en:
  • Autoconocimiento: Quien somos y en qué somo buenos (Eneagrama, Test Myers Briggs).
  • Gestión de las Emociones: Manejar las dificultades y empatizar con las personas.
  • Definir objetivos: Definir un objetivo aspiracional (vertical, guía de rumbo) y a la vez definir objetivos pequeños, alineados con la guía principal, accesibles, materializables y que realimenten nuestra confianza.

Idea subyacente: Debemos tomar las riendas de nuestra vida y dejar ser víctimas de las circunstancias que nos rodean. Debemos ser el protagonista de nuestra vida, esa es la perspectiva.

ALINEACION DE INTERESES: QUE NECESITAN LAS EMPRESAS
  • Gente que sepa qué puede aportar a la organización (autoconocimiento).
  • Gente que quiera influir en su realidad (proactividad).
  • Gente que sean y se sientan capaces de conseguir cosas (autoeficacia)
  • Gente que sepa marcar objetivos y luchar por ellos.

AUTOLIDERAZGO

   El autoliderazgo es la capacidad que tenemos para liderar nuestra vida, y es fundamental para el éxito. Implica:
  • Autoconocimiento. Conocer cuales son nuestras fortalezas, talentos, mejoras, qué nos apasiona y emociona.
  • Proactividad. Dejar de ser víctima y hacerse cargo de aquello en lo que podemos influir.
  • Autoeficacia. Sentirse con la capacidad de comerse el mundo. Capacidad de hacer lo propuesto.
  • Objetivos. Definir buenos objetivos. 
Autoconocimiento
   Estar preparados para avanzar en nuestra carrera profesional y en la vida implica trabajar en nuestro autoconocimiento, conocer qué podemos aportar a otros y en qué aspectos debemos seguir trabajando para convertirnos en nuestra mejor versión. También es necesario que analicemos cuáles son nuestros valores, nuestros intereses y nuestras motivaciones, en definitiva, lo que nos apasiona.

   Aquello que nos hace únicos y especiales será el ingrediente secreto que nos puede llevar al éxito, siempre y cuando lo conozcamos y lo pongamos en valor. La idea es llegar al punto en el que confluyen lo que quiere el mercado y qué soy yo, cuales son mis pasiones y en lo que nos sentimos cómodos.
Una herramienta sencilla es el DAFO. El DAFO cuenta con un análisis externo (Amenazas y Oportunidades) y un análisis interno (Fortalezas y Debilidades o áreas de mejora).

Reflexión: La capacidad no es lo mismo que el comportamiento. No sirve de nada ser capaz de hacer muchas cosas si finalmente no las hacemos.

Proactividad
   Ser proactivo es hacer que las cosas pasen, influir en lo que nos rodea para conseguir nuestros objetivos. En la vida, la libertad de poder hacer es una oportunidad de hacernos responsables de construir la vida que queremos. En lugar de esperar a que todo cambie a nuestro favor por sí solo, es razonable el dar poco a poco pequeños pasos hacia nuestros objetivos.

   Un signo que define a las personas autoresponsables es que se centran en el "qué voy a hacer" y no en el "qué va a pasar", y esta una clave del éxito. Los enemigos de la autoresponsabilidad son las excusas, el victimismo, las quejas y la culpabilidad a agentes externos.

Autoeficacia
   La valoración personal que hacemos de nuestros éxitos y fracasos influye poderosamente en la confianza que tenemos de nosotros mismos.
   El poder de nuestro cerebro es tal que puede influir en nuestros resultados: si creemos que podemos, se encargará de poner en marcha todo nuestro potencial, en cambio, si creemos que no podemos, nuestro cerebro pensará que es verdad y no sacará provecha de nuestras habilidades.

CREER ES CREAR Y VICEVERSA
   El historial de éxitos y fracasos que hemos tenido y la interpretación que hacemos de los mismos, influye en nuestra autoeficacia. La expectativa de autoeficacia es lo que uno espera de sí mismo. Si creo que puedo y siento que puedo, el nivel de esfuerzo y perseverancia que podemos aplicar en la consecución de un objetivo va a ser mayor. De la misma manera ocurre en sentido inverso.
   Por tanto es necesario creer en uno mismo, marcarse objetivos y ser efectivos para así poder realimentar positivamente la rueda de la autoeficacia.

Objetivos
   Una vida personal o profesional sin objetivos es una vida sin rumbo, sin motivación, sin esfuerzos que merezcan la pena y sin aprendizaje.
   Saber marcarnos objetivos es el primer paso para conseguirlos, para movernos del lugar en el que estamos hoy y acercarnos al lugar en el que queremos estar mañana.

   Una técnica para marcarse objetivos es la llamada técnica SMART. Un objetivo debe ser:
  • S: Específico, concreto.
  • M: Medible, debe ser posible medir si nos estamos acercando al objetivo.
  • A: Ambicioso, debe ser un reto.
  • R: Realista, con posibilidades de alcanzarlo.
  • T: Tiempo. Debe de tener una fecha de finalización.

COMUNICACIÓN
   Expertos en la materia comentan, que gestionar adecuadamente nuestra comunicación verbal y no verbal nos asegurará relaciones satisfactorias y constructivas con las personas que nos rodean, consiguiendo influir en ellas para obtener mejores resultados.
   Las empresas necesitan profesionales que sean conscientes de la necesidad de trabajar con otros y comunicarse con ellos de forma adecuada para fortalecer lazos de cooperación. Personas que pongan atención en el “qué” quieren comunicar, y también en el “cómo”, que marquen la diferencia a través de una comunicación excelente.

   La comunicación es un proceso en el que intervienen diferentes elementos sobre los cuales podemos trabajar para conseguir lo que se denomina el rapport, es decir, para conectar de forma auténtica con las personas que nos rodean. Reconocer que somos responsables de hacerlo nos ayudará a generar alternativas para comunicarnos cada vez mejor; y generar un rapport adecuado, influir de manera exitosa en lo que nos proponemos.
 
   Escuchar es el primer paso para comunicar, ya que nos acerca a los demás y a su visión del mundo. La verdadera comunicación implica la responsabilidad de utilizar el nivel de escucha adecuado en cada situación.

Existen varios niveles de escucha:
  • Escucha biológica: Es solamente oir, pero sin prestar atención.
  • Escucha fingida: Se mantiene el contacto visual, pero no la escucha es muy baja.
  • Escucha selectiva: Solamente atendemos lo que nos interesa.
  • Escucha activa: Es una escucha casi al 100%.
  • Escucha de referencia empática: Se trata de una escucha en la que se entra en el marco de referencia del interlocutor. Se entiende el mensaje tanto desde el punto de vista intelectual como emocional.
   La empatía implica no sólo ver el punto de vista de otros, sino ponernos en su lugar, entender profundamente la posición en la que se encuentran y comunicarnos con ellos desde allí. Esto nos permitirá generar una mayor confianza e incluso una mayor influencia.
   Existen muchos estilos de comunicación, tantos como tipos de emisores, pero tener respeto por uno mismo y por los demás, al mismo nivel, es la clave para unas relaciones sanas y constructivas.

   La asertividad implica comunicar lo que realmente pensamos y sentimos, aceptando que cada persona es única y diferente, respetando del mismo modo nuestros derechos y los de los demás.

Estilos de comportamiento en la comunicación:
  • Pasividad. Las personas pasivas o inhibidas, son aquellas que no expresan lo que sienten, quieren u opinan. Consideran que todos tienen derechos menos ellos. No consiguen sus objetivos. Deterioran las relaciones interpersonales y pagan coste emocional.
  • Agresividad. Expresan lo que sienten, quieren u opinan sin importarle quien tengan enfrente. Consideran que tienen todos los derechos y no le importan los de su interlocutor. Son personas que consiguen sus objetivos, deterioran las relaciones interpersonales y además pagan coste emocional.
  • Asertividad. Es el estilo al que se debe tender. La persona expresa lo que siente, quiere y opina, respetando sus derechos y los de la persona que tiene en frente. Suelen conseguirse los objetivos o se negocian, se mantienen las relaciones interpersonales y se reduce el coste emocional.


PRODUCTIVIDAD

   La productividad tiene que ver con trabajar mejor en lugar de trabajar más. Es necesario pasar de ser eficaz a eficiente. Mientras una persona eficaz es capaz de hacer las cosas bien y conseguir metas, una persona eficiente es capaz de hacer lo mismo pero consumiendo el menor número de recursos (energía, tiempo y dinero).

   Para aumentar exponencialmente la productividad debemos:
  • Fijar objetivos. Lograr claridad entendiendo donde están los objetivos.
  • Priorizar. Y más concretamente determinar cual es el 20% de tareas que van a generar el 80% del resultado final.
  • Foco en la tarea a realizar. Del mismo modo que un laser, hay que apartar todas las distracciones y centrarse en la tarea a realizar.
   Es necesario alejarse del presentismo laboral para comenzar a aprovechar el tiempo, siendo productivos para producir resultados. Esto se traduce en un retorno de la inversión tanto para la organización, como para la persona en forma de motivación.

   Los 10 mandamientos de la productividad:
  1. Pon límite temporal a las tareas. Indicar que tiempo vamos a necesitar para ejecutar las tareas.
  2. No caer en el perfeccionismo. Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Averiguar donde está la excelencia en la realización de una tarea, a partir de la cual estamos siendo demasiado exigentes con nosotros mismos. Ser perfeccionista nos lleva a no ser eficientes.
  3. Agrupar tareas similares y sistematizarlas. Aquellas tareas que se parezcan realizarlas en bloque, como por ejemplo realizar diferentes llamadas telefónicas pendientes.
  4. Evitar la multitarea. Primero una tarea y después la otra.
  5. Aprovecha tu curva de energía. Es importante conocer nuestros bioritmos para averiguar cuando rendimos mejor.
  6. Mantente en forma. Para tener energía es necesario estar en forma y cuidar nuestra alimentación, de esta manera incrementaremos nuestro rendimiento.
  7. Haz primero lo que no te gusta. Realizaremos esta tarea más rápido al estar más frescos y más concentrados.
  8. Si surge algo nuevo y fácil para hacer, hazlo de inmediato. Regla de los dos minutos.
  9. Planifica tus tareas cada semana. Es muy conveniente planificar y organizar todas las tareas de la próxima semana para gestionar correctamente la agenda. Comprobar lo realizado y lo que falta por hacer.
  10. Aprovecha todos los recursos y herramientas disponibles.

PLANIFICAR vs ORGANIZAR

   Planificar y organizar son habilidades que van de la mano, que se complementan en nuestro día a día para favorecer una gestión del tiempo adecuada; sin ellas no tendremos una noción (ni siquiera aproximada) de cómo vamos a conseguir nuestros objetivos y lograr nuestros retos, de qué necesitamos y cuándo lo necesitamos.
  • Planificar es definir todas las acciones necesarias para alcanzar un objetivo.
  • Organizar tiene que ver con todos los recursos relacionados con las acciones que realizaremos para alcanzar un objetivo planificado.
PROCASTINACIÓN
   Una lista de tareas pendientes (también conocida como ToDo List) es útil para hacer seguimiento de su cumplimiento, pero mantener muchas de esas tareas aplazadas y sin hacer puede llegar a provocarnos un desgaste emocional importante... Vivir este fenómeno de forma recurrente interferirá en el éxito de nuestros proyectos y nos restará la energía que necesitamos para ellos.

   Procrastinar es aplazar o diferir. Dejar para después lo que realmente sabes que deberías estar haciendo ahora. Las personas que procrastinan suelen hacer primero otras tareas que son más apetecibles, por delante de otras que son más importantes y/o más urgentes.

   En definitiva, se trata de un hábito que nos hace más infelices e ineficientes ya que nos aleja de los objetivos que nos hemos marcado.


Claves para dejar de procrastinar:
  • Dejar las excusas. Algunas personas posponen las tareas porque creen trabajar mejor bajo presión, pero es necesario darse cuenta de que hay que buscar la motivación sin que ésta venga del pánico a la fecha límite.
  • Minimizar distracciones y ponte fecha límite. Redes sociales, móvil, páginas de inicio con noticias.. son algunas de ellas.
  • No esperar a que el estado emocional sea perfecto para ponerse con la tarea. No hay que engañarse buscando la emoción ideal para comenzar un trabajo. Sólo se trata de una excusa más.
Lo más importante es romper son la idea de "mañana lo haré" y romper con el ciclo del retraso.

PRIORIDADES
   No todas las tareas a las que nos enfrentamos cada día tienen la misma importancia, ni la misma urgencia; además, tampoco exigen el mismo nivel de energía y dedicación. 
   Reflexionar sobre esto y actuar en consecuencia es una de las claves para priorizar y dedicarnos a lo verdaderamente importante para nosotros. Aprender a priorizar nos permitirá no perder el foco de lo que realmente es importante para alcanzar nuestros objetivos, así como a llevar una vida más equilibrada, e incluso a conciliar mejor el trabajo con otras parcelas de nuestra vida.


Se mueve en dos ejes, importancia y urgencia. El eje de lo importante es lo que determina que alcancemos nuestros objetivos, y el eje de lo urgente lo determina el tiempo.
  • Cuadrante Importante y Urgente: es el surgido de postergar y no planificar. El resultado de estar en este cuadrante es estrés, agotamiento, crisis.
  • Cuadrante No Importante pero Urgente: Seguimos en el lado de la urgencia y además dejando de lado tareas importantes que quizás pronto se convertirán en urgentes. Muchas veces lo que hacemos es satisfacer la prioridades y expectativas de los demás cayendo en el auto-engaño, concentrándonos en los plazos cortos y no otorgamos la importancia que tienen las tareas que de verdad lo merecen.
  • Cuadrante Importante pero No Urgente: Es el cuadrante donde trabajamos de manera anticipada en tareas relacionadas con nuestros objetivos. Es el cuadrante que nos da calidad de vida, equilibrio y tranquilidad. Es el cuadrante resultante de planificar y organizar.
  • Cuadrante Ni Importante Ni Urgente: En este cuadrante, cualquier tarea nos hacer perder el tiempo y el foco, lo que constituye en una auténtica irresponsabilidad por nuestra parte. Por ello hay tareas que es mejor deshacerse de ellas directamente enviándolas a la papelera.
Conclusión: Importante vs Urgente. Hay que etiquetar de ésta manera las tareas para poder priorizar.

GESTIÓN DE CONFLICTOS

   Trabajar con otros significa tener conflictos, porque es parte inherente a las relaciones personales. La capacidad para gestionarlos y resolverlos es actualmente una competencia muy valorada en los profesionales, dado que las situaciones en las que tendremos que trabajar en equipo serán cada vez mayores, y a veces, incluso con la dificultad de no estar localizados en el mismo sitio, o de proceder de culturas diferentes, lo que siempre dificulta la comunicación y puede provocar malentendidos.

   Convivir con otras personas implica una multiplicidad de puntos de vista, opiniones e intereses, ya que cada uno de nosotros somos seres únicos e irrepetibles, con nuestra particular forma de ver el mundo. En este contexto es habitual vivir conflictos y encontrar argumentos contrapuestos. En nuestra mano está aprovechar esta oportunidad para aprender de los demás, para desarrollarnos como profesionales y como personas.

   Los buenos profesionales son aquéllos que no tengan miedo a vivir conflictos, capaces de tomar las riendas en situaciones complejas en las que intervengan los intereses de varias personas para convertirlas en fuentes de acuerdo y aprendizaje; personas que sean conscientes de la necesidad de tomar decisiones continuamente, personas que no se paralicen por el miedo a equivocarse o a tener que enfrentarse a otro o a otros.

   De los conflictos es posible aprender y enriquecerse personalmente. Frente al conflicto existen los problemas:
  • Conflicto: Percepción subjetiva de dos personas que están en desacuerdo porque piensan que la otra tiene intereses contrapuestos.
  • Problema: Son cosas que nos vienen dadas. Son hechos que hay que resolver, mientras que el conflicto es algo que hay que gestionar, ya que forma parte de nuestra interacción con otros.
   En un conflicto, mantener la atención en la solución y gestionar la parte emocional es lo más importante. Es necesario aprender a activar la paciencia y las emociones positivas, y desactivar al mismo tiempo elementos como el miedo o la ira que van en contra de lo que realmente queremos.


   No todos los conflictos son iguales, ya que en ellos intervienen diferentes personas y contextos; pero sí todos pasan por unas fases similares. Es cierto que en ocasiones surgen de un problema real, de una verdad; sin embargo, en muchas otras son sólo fruto de malentendidos. Y aunque solemos temer que se origine un conflicto, la realidad es que los resultados no siempre son negativos.
 
   Existen dos tipos de conflictos. los originados por malentendidos y no fundados en una realidad verdadera, y los originados por una verdad.

Fases de un conflicto:
  • Latencia. Preparación del conflicto. Los momentos previos a la tormenta.
  • Manifestación o explosión del conflicto. Enfado e ira y otras cargas emocionales.
  • Resolución del conflicto. Asertividad e inteligencia emocional y cognitiva para resolver el conflicto. Crear contexto, añadir valor para finalmente encontrar la resolución.
  • Gestión del Pos-Conflicto. Se debe de eliminar cualquier posible residuo o resto para que no se convierta en un período de latencia de un conflicto posterior.

   Los resultados de un conflicto pueden ser negativos, en los que se crea distancia entre las personas, se genera desconfianza y destruye mucho las relaciones personales.

   Un conflicto puede desembocar también resultados positivos, en la medida que se fomenta la creatividad, se construyen nuevas perspectivas, y se estrecha la confianza y relación entre los implicados.

   Para tratar de conseguir un buen resultado en la resolución de un conflicto, es conveniente buscar un buen contexto. No es lo mismo discutir un problema en un lugar tranquilo que en un lugar ruidoso. No es lo mismo discutir un problema rodeado del equipo, que hacerlo a solas.

   También es necesario tener en cuenta el estado emocional de ambas partes para conseguir llegar a buen puerto. La ira, el enfado, el miedo, la irritabilidad, la tristeza, la depresión y la ansiedad son factores que juegan en contra. Conviene por tanto gestionar estas emociones previamente antes de afrontar la resolución del conflicto.

   Pasa gestionar correctamente un conflicto es necesario:
  • Poseer habilidades de comunicación. Escucha activa y empatía.
  • Recabar toda información posible sobre el problema a tratar.
  • Asegurarse de que ambas partes tienen un estado emocional adecuado para debatir sobre el problema.
  • Buscar un momento alejado de las prisas.
  • Buscar un lugar adecuado que invite a la calma.
  • Llevar a cabo la conversación sólo con la persona que está implicada.
  • En caso de no llevar a acuerdo, se podrá optar por la ayuda de un mediador que ayude a acercar posturas. Existen mediadores profesionales que intervienen en conflictos de herencias, divorcios, escuelas..

Importante: Es mejor siempre resolver un conflicto, que evitarlo.

   Tras la fase de agregar contexto, la segunda parte de la resolución de un conflicto es añadir valor.

Para agregar valor es necesario:
  • Identificar el verdadero problema.
  • Manifestar explícitamente por cada una de las partes, cuales son los objetivos e intereses en el problema.
  • Manifestar que lo estás presentando es nuestra percepción del problema.
  • Escucha empática. Intentar entrar en el marco de referencia de la otra persona, llegando más allá de lo que nos está manifestando.
  • Utilizar una comunicación asertiva y un lenguaje adecuado.
La última fase en la gestión de conflictos es la resolución. Para ello necesitamos:
  • Inventario consensuado de alternativas y soluciones.
  • Ventajas y desventajas de cada alternativa.
  • Seleccionar una alternativa como solución. Es importante que todo el mundo esté conforme para que se transmita la sensación del que el conflicto está solucionado y así evitar problemas posteriormente.
  • Mantener siempre la calma, la paciencia y el respeto por los demás.
  • Si la opción elegida es errónea, lo que hay que hacer es aprender. Ver qué funcionó y qué fallo, consiguiendo que el conflicto sea también una herramienta de aprendizaje.
TRABAJO EN EQUIPO

   Como seres sociales que somos, vivimos continuamente rodeados de otras personas, y en las organizaciones son esenciales para poder llevar a cabo proyectos de principio a fin. No nos engañemos, no sabemos todo,ni somos buenos en todo.

   Convertir un grupo de personas en un equipo de alto rendimiento es uno de los retos de los profesionales y empresas en la actualidad, ya que implica tanto el éxito en el logro de los objetivos, como el aprendizaje y la motivación de los miembros durante el proceso.
   Los profesionales que necesitan las empresas son aquellos que hagan suyos la visión y los objetivos de la empresa, que quieran cooperar con otras personas, complementar sus talentos, y que garanticen tanto la consecución de resultados, como un clima positivo. En definitiva, profesionales que creen ese lugar al que cualquiera de nosotros quisiéramos pertenecer.

Productividad y Positividad
Grupo vs Equipo:
  • Grupo: Conjunto de personas con algo en común (Un grupo de amigos, un grupo de alumnos..). En un grupo la responsabilidad de cada miembro es individual e impera la independencia, ya que cada miembro depende solamente de sí mismo y es libre de hacer la cosas como quiera. Todo el beneficio es propio y el éxito es individual.
  • Equipo: En un equipo de personas hay diversidad y comparten un objetivo común. Cada uno tiene su función y están interiormente organizados. En un equipo la responsabilidad es colectiva, lo que un miembro del equipo hace depende del resto y viceversa, por tanto existe interdependencia. En un equipo es muy importante el apoyo mutuo basando las relaciones en la confianza y la generosidad siendo el éxito colectivo.
Trabajar en equipo:
  • Ventajas: Se aprende mucho más. Más motivación al estar acompañado. Diversidad de enfoques enriquece. El equipo te hace más fuerte ante la adversidad. Nos acerca al éxito de manera más rápida y eficaz.
  • Desventajas: Al haber mucha gente la responsabilidad se evade. Alguien te puede manejar por las personas más fuertes. Puede que miembros de equipo no hagan nada.

La excelencia es un hábito, y el hábito requiere de voluntad y disciplina.


Equipos excelentes y de alto rendimiento:
  • Objetivo o misión común. Todos los miembros del equipo tienen muy claro los objetivos que han sido consensuados previamente.
  • Definir funciones y responsabilidades de los miembros. Hay que adaptar las funciones o roles al talento que tiene cada miembro del equipo.
  • Definir como organizar y coordinar el trabajo. Estas normas y reglas tienen que ser compartidas por todos.
  • Confianza. Permite a los miembros del equipo realizar un buen desempeño del trabajo y gestionar los conflictos.
  • Comunicación. Debe ser transparente para que todo fluya de manera más natural, para poder poner encima de la mesa cosas con las que no estamos del todo de acuerdo.
  • Resolución de conflictos. La existencia de conflictos es saludable en un equipo.
  • Aprendizaje de errores. Adaptarse a cambios, reflexionar y recopilar las lecciones aprendidas para la siguiente ocasión.
  • Celebrar los éxitos. Permite mantener el ritmo y energía del equipo y celebrar que hemos trabajado juntos y hemos dado lo mejor de nosotros mismos.

Reuniones eficaces: 
   Una reunión no es un lugar para hablar de decisiones ya tomadas, e un lugar para tomar decisiones y avanzar. Para ello:
  • Utilizar agendas y orden del día. Pensar con antelación los temas a tratar sin que sean excesivos. Asegurarse de que esta agenda llega a cada participante previamente.
  • Figura del facilitador. Que reconduzca los temas cuando se desvían y que esté pendiente de que se cumplen todos los puntos de la agenda evitando distracciones.
  • Realizar un acta de la reunión.
  • Evaluar la reunión. Mejora continua. Qué ha funcionado y qué no. Temas que se han quedado sin tratar y por qué (excesivos temas, interrupciones, distracciones, falta de información para tomar decisiones)

CAMBIO Y MEJORA CONTÍNUA
   
   Lo hemos oído mil y una veces en los últimos tiempos, sobrevive el que es capaz de adaptarse, el que es más flexible, y no el más fuerte (ya lo decía Darwin en su teoría de la evolución de las especies). Ser capaces de adaptarse a los cambios, de promoverlos y vivir en una dinámica de mejora continua, es clave para un profesional. 

   La vida es un cambio continuo y la era de la globalización y las TIC hace que, además, se trate de un cambio muy rápido. Todo parece cambiar casi a la velocidad de la luz. En este sentido, ¿Qué profesionales necesitan las empresas?
   Personas que sean flexibles ante los cambios, ya que tendrán que convivir con ellos. Además, profesionales que trabajen como generadores de innovación, de soluciones novedosas ante problemas que nunca antes han surgido.

Ciclo de Mejora Contínua
 
   La mejora continua (kaizen en japonés) está basado en un proceso en cuatro fases que son: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar. Se trata de trabajar sobre lo planificado mientras corregimos en función de las métricas obtenidas.

   Las empresas lo utilizan mucho para mejorar los productos y servicios que ofrecen, pero también es posible aplicarlo al contexto personal. Si buscamos mejorar en algo tenemos que planificar una serie de acciones para después ejecutarlas. A continuación comprobamos cómo lo hemos hecho y finalmente se implementan los cambios para no caer en los mismos errores. Siguiendo estos pasos conseguiremos mejorar cualquier competencia o cualquier rutina diaria.
Un cambio implica:
  • Visión. Permanecer atentos a las oportunidades de alrededor perseverando en los objetivos aunque parezcan difíciles.
  • Abrazar el cambio. Aprovechar todo lo positivo, las personas que vamos a conocer y las experiencias que vamos a vivir.
  • Escuchar las opiniones de otras personas.
  • Escuchar la voz interior de nuestros valores y pasiones.
  • Ser uno mismo. Ser flexibles sin perder la esencia de nosotros mismos.
  • Olfato para detectar nuevas posibilidades.
  • Tener una actitud positiva.
   Ante un cambio, los que sobreviven no son los más fuertes ni los más inteligentes, son aquellos que son capaces de adaptarse. Ante un cambio la mayor preocupación es controlar la reacción emocional que sintamos, puesto que puede llevarnos al fracaso.
Ante una situación de cambio, como por ejemplo adelantar la fecha prevista de entrega de un proyecto, las reacciones podrían ser:
  • Negación: Reacción negativa ante cambios que vienen de fuera. Nos negamos y no queremos aceptarlos.
  • Aceptación: Reacción positiva en la que se asimila un cambio.
  • Aceptación y promoción: Reacción positiva en la que se ven beneficios y que además se promocionan y se promueven.
   La zona de confort o el conformismo es uno de los mayores enemigos del aprendizaje, del crecimiento personal y de la mejora. Viviendo en él sentimos que tenemos el control de todo y nos acostumbramos a “soportar” lo que conlleva, a ese falso confort que nos permite vivir sin pensar.

   La zona de confort es aquella zona en la que sentimos que tenemos el control, ya que disponemos de los conocimientos y las habilidades necesarias. Es simplemente aquello que conozco y no tiene por que ser lo correcto.

   Si no salimos de la zona de confort para pasar a nuestra zona de aprendizaje conseguiremos bajar la guardia y quedarnos obsoletos con todas las consecuencias que tiene a nivel personal y profesional. Bajará el rendimiento y la calidad, haciendo imposible adaptarse a los cambias venideros.



   No es fácil salir de la zona de confort, es duro y complicado. Una manera alternativa de hacerlo es ampliándola. Para ello:

  • Elige objetivos concretos y busca nuevas competencias, nuevos intereses, nuevas profesiones. Nos puede interesar casi cualquier cosa si le damos una oportunidad.
  • Planificar. Elegir pasos pequeños, micro-planes, escalón a escalón. En caso de duda hay que probar sin esforzarse mucho y sin invertir mucho.
  • Cultivar la polivalencia. Especializarse en competencias transversales (Idiomas, programación, ofimática..). Permite aterrizar en muchos tipos de profesiones y es la capacidad de adaptarse pronto haciéndonos mejores profesionales.
  • Especializarse. Polivalencia es aprender competencias transversales, y especializarse es aprender competencias de muy concretas de una profesión.
  • Busca y aprende de personas a las que quieras parecerte.

Motivación no es tener ánimo, motivación es tener motivos.

   Saliendo de la zona de confort consigues ampliar dicha zona. No pierdes, sólo ganas. Si finalmente se decide salir de la zona de confort lo que hay que hacer es:
  • Tener un objetivo claro y definido (SMART).
  • Estar dispuesto a cambiar. Verlo como una oportunidad.
   Resiliencia es la capacidad para hacer frente a las adversidad de la vida para superarse y ser transformado por ellas de manera positiva.

   Debemos convertirnos en profesionales resilientes. Personas preparadas para sobreponerse a las dificultades laborales y profesionales, que aprenden de los posibles errores y están dispuestos a reconstruir situaciones en su propio beneficio.

   Si nos convertimos en personas resilientes podremos afrontar los cambios y las adversidades.

Una persona no resiliente ante un cambio se enfrenta a:
  • Fase de shock.
  • Fase de resistencia.
  • Fase de preocupación.
  • Fase de pérdida de control.
  • Fase de depresión.
Una persona resiliente ante un cambio recorre las siguientes fases:
  • Fase de shock.
  • Fase de resistencia.
  • Fase de preocupación.
  • Fase de exploración.
  • Fase de descubrimiento.
  • Fase de ajuste.
Para entrenar la resiliciencia es necesario el autoconocimiento y el autoliderazgo:
  • Ser consciente de lo que piensas cuando algo va mal y cuando hablas de ti mismo.
  • Deja de ser una víctima y toma las riendas de tu vida.
  • No asociar nunca cometer errores con fracasar.
  • Elegir una reacción adecuada ante adversidades y errores.
  • No hacer una montaña de un granito de arena.
  • Sé flexible.
  • Busca apoyo.
  • Mejorar nuestra autoconfianza.
   En cuanto a la mejora contínua siempre es posible hacer mejor las cosas. Si tenemos en cuenta esta filosofía vital seremos conscientes de que, poco a poco, podemos darle mayor calidad a nuestra vida personal y profesional a través de pequeños cambios. Tener claro nuestro objetivo y mantener esta filosofía puede garantizar nuestro éxito tanto en la búsqueda de empleo, como en un mejor desempeño profesional.


   Para mejorar esta técnica de mejora constante (Charla TED) es necesario:
  • Tomar consciencia. Ver donde estamos, donde queremos ir, con qué recursos contamos y cuáles nos faltan.
  • Asumir la responsabilidad ante la mejora continua. Es la habilidad para dar respuesta a lo que nos hemos planteado. Fundamental ser líderes de nosotros mismos.
  • Acción. La acción es lo que determinará el éxito final.

Directores de recursos humanos de grandes empresas destacan:
  • Personas capaces de solucionar problemas. Que vengan a tu despacho informando de un problema y también con soluciones.
  • Habilidades relacionadas con la comunicación. Escucha activa, impacto e influencia, trabajo en equipo y gestión de conflictos.
  • Capacidad de comunicar y transmitir para ganar productividad.
  • Gestión del conocimiento. Aprendizaje propio y saber comunicarlo cuando se trabaja en equipo.
  • Capacidad de autoanálisis y capacidad de escucha.
  • Adaptarse a los cambios. Gestión de incertidumbre.
  • Dejar de hablar del "yo" para hablar de "nosotros". Cultura de colmena o equipo. Una competencia importante es hacer coincidir estos dos conceptos "yosotros". Tiene que ver con la gestión del conflicto.
  • Habilidades que un profesional debe tener son "Learning agility" capacidad de autoaprendizaje utilizando los recursos tecnológicos disponibles y "Change agility" por vivir momentos de constante cambio.
  • Productividad. Saber extraer cuales son las prioridades para conseguir los objetivos.
  • No ser ciber-alérgico y encontrarse cómodo en ese tipo de entornos. Además es muy importante ser capaz de utilizar estos recursos para formar una inteligencia colaborativa más allá de la tecnología donde se necesita una cierta dosis de generosidad, de saber compartir y de crear cosas en común.


Referencias:

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