sábado, 27 de octubre de 2018

PEOPLEWARE


   El desarrollo de proyectos en general y de software en particular, parece llevar asociado inherentemente una problemática concreta que conduce en gran medida hacia la ineficiencia y la generación de desperdicios que finalmente se traducen en costes.
    Estimaciones que no terminan de cumplirse, predictibilidad que no llega a ser realmente eficaz, tareas estimadas de antemano que recurrentemente se quedan cortas aflorando más trabajo no previsto inicialmente.. en definitiva, retrasos en proyectos.
   Proyectos en torno a los cuales se construyen equipos de personas en exclusiva para luego ser desmantelados una vez que concluye el desarrollo del mismo (lo que hace perder la referencia para realizar mejores estimaciones en el futuro), proyectos que en muchas ocasiones no cuentan con el tiempo mínimo necesario que requiere el equipo para construir un producto de calidad evitando la deuda técnica y ahorrando los costes que supone en mantenimiento (a pagar siempre por el cliente o por el proveedor del producto).
   En definitiva, un conjunto de ingredientes que favorecen la creación de productos sin la calidad más deseable (refactorizacion & testing), y sin la profesionalidad que cabría esperar.